LUCIA MAYA
(Isla Santa Catalina, California, 1953)
El torrente, 2003
Óleo sobre lienzo
Colección Museo de Arte Francisco Oller
La figura femenina y su entorno simbólico ha sido uno de los temas más explorados por la artista. Son personajes que ella imagina ubicados en paisajes sublimes y surreales. En esta ocasión, una mujer vestida de negro con sus manos encendidas en calor y orientadas hacia la tierra –lo cual implica un elemento erótico–, se ubica en un paisaje de colores cálidos y sombrío. Ella mira hacia el extremo derecho: una cascada de agua con colores fríos, en donde aparecen dos figuras en contacto abrazándose. Para los alquimistas –aquellos que estudiaban las transmutaciones de la materia– el fuego representa la transformación y regeneración. La lluvia por su parte, tiene sentido de fertilización relacionado con la vida, la purificación y el descenso de las cualidades divinas sobre la tierra (Cirlot, 2004).